Aire acondicionado con bomba de calor

Publicado en por aireacondicionadomadrid

Una bomba de calor es una máquina que permite transferir o “bombear” calor de un medio frío (que, por lo tanto, se enfría aún más) hacia un medio más caliente, es decir a mayor temperatura (y que, por tanto, se calienta aún más). Los aparatos que garantizan la refrigeración del ambiente durante el verano y la calefacción durante el invierno se llaman climatizadores.

 

En general, se habla de bomba de calor para referirse a aires acondicionados que funcionan como climatizadores, calentando y enfriando el ambiente.
La bomba de calor es una solución excelente para conseguir la temperatura ideal en países con climas cálidos, como por ejemplo España, puesto que ofrece la posibilidad de luchar contra el calor en verano y, al mismo tiempo, mitigar el frío invernal. Pagando el precio de una sola instalación y comprando un aparato con un coste apenas superior al de un simple sistema de aire acondicionado, es posible disfrutar de una doble comodidad.


Las ventajas de la bomba de calor
La bomba de calor es un sistema de calefacción que supone numerosas ventajas con respecto a los demás. La más significativa reside en su eficiencia energética en calefacción, puesto que es capaz de aportar dos o tres veces más energía que la que consume. Esto se explica con que el equipo utiliza la energía gratuita que se encuentra en el ambiente exterior y la incorpora como energía útil para calefacción. Esto supone un menor consumo de energía con respecto a otros aparatos. La bomba de calor, además, es fácil de colocar y adaptar a las necesidades de cada hogar gracias a los distintos modelos que se encuentran en el mercado. Muy simple es también el mantenimiento, ya que el aparato sólo precisa de una limpieza periódica del filtro de aire. Además, al no ser un sistema que requiera la acumulación de combustibles, como gas natural o petróleo, el peligro de incendio es menor.
 

 

Los límites de la bomba de calor
Por otra parte, es importante tener en cuenta algunas limitaciones que tiene este tipo de aparato. En primer lugar, si se instala en zonas donde las condiciones climáticas invernales son especialmente adversas o cuando la temperatura exterior es muy baja, puede tener dificultades para aportar todo el calor necesario y requerirá una resistencia de apoyo, con un coste bastante superior.
Otro problema puede ser el ruido. A pesar de que los equipos más modernos son muy silenciosos, el nivel de ruido causado por el ventilador puede resultar molesto para determinadas personas en despachos, salas de reunión o dependencias similares.
 

 

Las características de la bomba de calor
 

La tecnología de la bomba de calor se basa en el principio de Carnot, descubierto en 1824. Se trata del mismo principio en el que se basa el funcionamiento del frigorífico. El mecanismo se compone de una unidad exterior y otra interior. La tarea de la bomba de calor es transportar calor hacia el interior de la casa, cuando el objetivo es calentar la vivienda, o el exterior, cuando el objetivo es enfriarla. Para la operación de refrigeración, el aire de la casa pasa a través del tubo interno. Se absorbe el calor del aire interior y el aire más frío resultante vuelve a hacerse circular por la casa a través de los conductos del sistema. El calor de la casa sale por el tubo exterior. En el caso de la calefacción, la bomba de calor básicamente invierte el proceso de refrigeración para calentar la casa durante el frío.


El precio de los aparatos que incluyen, además del aire acondicionado, la bomba de calor es mayor. Sin embargo se pueden encontrar ofertas muy convenientes en el mercado y un aparato, con instalación incluida, puede tener un coste medio de unos 600 euros. Las dos variantes de este sistema más utilizadas son las bombas de aire-aire o de aire-agua.
El consumo de la bomba de calor
 

 

En cuanto al consumo diario, las bombas de calor presentaban hasta hace unos años un gran inconveniente: el consumo excesivo de energía. Pero se trata de un problema que gracias al desarrollo de la tecnología ya se ha superado. En este sentido, hay que tener en cuenta que por ejemplo un aparado colocado en un dormitorio gasta unos 0,06 euros a la hora y uno colocado en un comedor puede gastar unos 0,09. Se trata de consumos mucho menores que los de otros electrodomésticos, como el microondas o la lavavajillas. Además, merece señalar que una calefacción eléctrica tradicional consume 1Kwh de energía para producir 1Kwh de calor, en cambio con una bomba de calor se pueden conseguir 3Kwh de calor.

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